¿Qué pasa cuando nuestra motivación personal se ve afectada?
Nuestra vida ha sido interrumpida de manera brusca y fortuita. Así nomás. Y no es fácil para nadie mantener altos niveles de motivación personal al mismo tiempo que tiene que lidiar con un acontecimiento de envergadura mundial como el que estamos viviendo por el efecto de un virus, de una enfermedad, que se disemina rápidamente.
Las coyunturas de gran incertidumbre que son capaces de generar en nosotros la sensación de una amenaza latente tienden a socavar nuestros pensamientos positivos, pero también nuestro buen ánimo y buena disposición para alcanzar las metas y objetivos que nos trazamos.
Organismos como la OMS, en este sentido, han advertido del impacto psicológico que esta enfermedad de carácter universal está teniendo de las personas. Pero no solo se trata de la enfermedad en sí, sino de su defecto en toda nuestra cotidianidad. Entonces, la pregunta clave es ¿qué podemos hacer para motivarnos cuando nos sentimos de ánimos caídos?
Aquí, comparto algunas respuestas a esta interrogante.
Recuperar la motivación personal
Tengo la impresión que cada vez más nos damos cuenta de lo importante que es sentirnos automotivados y cómo este estado anímico tiene un rol sutil en nuestro éxito personal, puesto que a medida que somos más felices estamos más cerca de lograr nuestras metas u objetivos.
¿Qué puedes hacer cuando la desgana y apatía te toma de sorpresa? Aconsejo en estos casos ciertas prácticas que podemos hacer para motivarnos y volver a nuestras tareas, con más fuerza como:
No perder el sentido
Algunas veces la vida se nos torna un juego difícil, sobre todo cuando nos cambia de forma abrupta, radical, y pareciera que caemos en un hueco, donde no hay salida y nuestra motivación personal comienza a aterrizar hacia una pista de emergencia sin promesa de levantar el vuelo nuevamente.
El neurólogo Viktor Frankl, sin embargo, decía sabiamente que “no hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida”. Así que, Aunque estemos apáticos, cabizbajos, no olvidemos el sentido de nuestra vida en este plano.
La distracción productiva
Cunado estás tenso no puedes fluir con la normalidad que lo sueles hacer. Por más que trates de motivarte a hacer las tareas tu estado psíquico no te deja avanzar como de costumbre. En esos casos, hablo de practicar una distracción o desconexión con tus pendientes inmediatos para enfocarte en otras cosas que sosieguen tu espíritu, por un lapso corto.
Prémiate
De esta forma estarás motivándote, porque en el fondo estás reconociendo que lo que haces es valioso, tiene una razón y por ello tu esfuerzo ha sido importante. Regálate algo a ti mismo, porque es una forma también de celebrar las victorias, por pequeñas que estas sean.
Busca gente que te inspire
Las personas altamente motivadas irradian una energía única en nosotros, más cuando tenemos los mismos intereses que ellos. Así que procura en la medida de lo posible de rodearte y conectar con personas que te inspiren a ser mejor de lo que puedes ser.
- Posted by @NF5-SchuKry-U@V4b-KAf1E
- On 16 octubre, 2020