Venimos de un año que nos vapuleó y de forma intempestiva. Muchos negocios cayeron, hubo gerentes que se dieron por vencidos y prefirieron claudicar. Una seguidilla de pérdidas terminaron por hacer mella en el autoestima de muchos, llevándolos a creer que todo estaba perdido.

Es cierto que el colapso disparado por la pandemia global, producido por un virus como el covid-19 no ha sido una situación para nada fácil de llevar. Hubo quien no solo perdió su negocio, sino también familiares y afectos. Y lidiar con eso es una tragedia de por sí; además de una dura lección de que en esta vida todo parece efímero, pero también nos hizo saber que debemos inmunizarnos psicológicamente para las adversidades.

Tengo una larga y dilatada trayectoria en el mundo de los negocios, y sé por experiencia propia que en este campo hacen falta carisma y desarrollar ideas estratégicas; pero también, y sobre todo, desarrollar alta autoestima. Creer en uno mismo, en la voluntad y habilidades propias para vencer las dificultades.

Se ha dicho, no sin razón, que el camino al éxito está lleno de fracasos; fracasos que debemos convertirlos en aprendizaje, en voluntad renovada de comenzar otra vez desde cero. Becket, que fue un escritor de origen irlandés, decía que no importa caer, sino saber caer. Caer de tal manera que podamos volver a levantarnos.

El amor propio no es una frase hecha, hueca o vacía. Entraña un deber y una tarea que todo empresario y todo aquel que quiera iniciarse en los negocios, debe comenzar a hacer. Porque se trata de cuidarnos a nosotros mismo. Saber quiénes somos, saber que valemos y que somos sujetos capaces es un aspecto de nuestro crecimiento personal en la que debemos trabajar, porque muchas veces fabricamos una imagen de nosotros mismos que puede ser distorsionada, mostrándonos nuestra peor versión.

¿Cómo un hombre de negocios puede hacer frente a una crisis, si la imagen que tiene de sí mismo es negativa? Sabemos que este año es complicado. Pero también que no estamos en la misma situación del pasado año. Porque aunque siga la pandemia, algo en nosotros ha cambiado. Ese algo es nuestra fortaleza y capacidad de resistir, para no claudicar, y hacernos más fuerte ante la adversidad, y eso, señores, son síntomas de una autoestima sana.

Así que en este año 2021 que comienza, si no ha ido tan bien para ti, te digo que veas hasta dónde has llegado. Que tú y tu negocio son sobrevivientes de uno de los peores estancos que ha sacudido al mundo entero. Y que por lo tanto eres capaz, eres fuerte e inteligente y cuentas con gente que te quiere y aprecia. Así que tienes el poder de hacer que tu inicio de año sea mejor, y con paso firme hacia el éxito.

¡Adelante!